Tatiana conocía a cada uno hasta las entretelas y
a pesar de esto jamás juzgaba a nadie.
Tatiana escribirá sobre Mayakóvskiy:
Tanto físicamente como moralmente
es un hombre estupendo,
después de él queda tan solo un desierto.
Es extraño…
Vivimos como en un sueño indescifrable,
En uno de los planetas más confortables…
Hay mucho de todo, lo que no necesitamos,
y lo que queremos, no hay.
A pesar de cuanto parezca, a pesar del dolor y
del desconcierto, estas horas se abren a la Eternidad.
La corteza se resquebraja y
un viento insospechado la arranca y la lleva.
Si el peregrino persevera descubre
nuevos pasos por debajo de cualquier apariencia
Descubre, tú mismo,
la belleza que resplandece en todas partes,
aunque tantos otros no la vean
Es un regalo para ti…
Es el mismo Señor quien te lo entrega.
No temas hallarte solo.
No temas la inmensidad del mar,
ni la altura de las montañas,
ni las distancias, ni las lejanías.
Nunca estás solo y
nada está tan lejos que no pueda
alcanzar tu espíritu.
Para compartir esta historia, elija cualquier plataforma
Deje su comentario
Usted debe estar identificado para comentar