Del Evangelio de San Mateo (20,28)
Jesús les dijo: “El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos”.
RESPUESTA A LA PALABRA
Mira, Señor, lo mucho que nos gusta estar
por encima de los demás
y pasar por “señores”,
de modo que sean los otros quienes nos sirvan.
Tú, en cambio, contemplas la vida desde dentro
y has hecho del descenso tu forma de vida.
Sin dejar de ser Señor te haces siervo
para arrancarnos de nuestras servidumbres inútiles.
San Pablo, en su carta a los filipenses,
lo expresa de modo admirable cuando dice:
“Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de siervo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó,
obedeciendo hasta la muerte,
y una muerte de cruz”.
Gracias, Señor
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