Cuanto más se enmaraña
el hacer impuesto
para llegar a donde no pretendo
más crece mí admiración
por lo que los demás llaman inútil.

Hay algo en el fondo de las cosas
que me espera siempre.

Un silencio que viene a mi encuentro.

Algo mínimo que recupera mi infancia y
me coloca vivo en el presente
esperándome
graciosamente
como dones de vida liberadora
imperecedera por falta de artificio.

La simplicidad llama al simple.
La verdad es una. 

Una profunda emoción
me embarga
al descubrir a una abeja 
tratando de libar el néctar
de las flores del ciruelo
Todo está ahí
mientras el viento las agita.