Sentado en el banco de piedra
Contemplo a tarde inundada de otoño.

Me duele ver como mueren
los últimos colores del jardín
el silencio de los jilgueros que emigraron
los sándalos doblados por el viento.

El huerto ha dejado de sonreír.
Recogidas las últimas manzanas
sólo el membrillero retiene sus frutos
que aguardan la mano piadosa
que los libere de los primeros hielos.

El sol se va .
El viento frío
que baja de la sierra
me despierta y .me invita
a volver a mis adentros
en donde otro otoño
anuncia su llegada