Apasionado sin la pasión de las cosas
sospechoso por su pasión al Todo
vive la armonía de la carne transida
por la belleza de otra carne luminosa.
Controvertida vida la suya.
Pasión y espera
luz y sombras
simas abismales
cimas infinitas.
Maestro sin quererlo.
Pequeña nada.
Pequeña y temblorosa llama
imposible de abatir por nada
prendida para hacer arder la noche
en los callados y oscuros
santuarios de los otros
que como él eligieran vivir
más allá de los brumosos
vendavales del tener
con absoluta y real intensidad.
Ahora entiendo que una luz de nada
puede iluminar toda una noche.
No hay miedo que la luz se acabe.
La luz sólo se puede ocultar
bajo el manto de una luz mayor.
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