El mirador de san Agustin.
Como la mayoría de los lugares visitados
es de ensueño .
cuando el visitante se asoma
descubre en uno de los lados
unos grandes barrancos,
propios del río
mientras que enfrente
se dejan ver las cuevas típicas andalusíes
y justo al otro lado las hoces del río Mijares.

Contemplando el conjunto
sobre el balcón al atardecer
brotan los versos
como guirnaldas cinceladas
sobre las piedra lustradas por el agua.
Una eternidad ha pasado sobre ellas
en medio  de murmullos consoladores  y
generosos cantos  nuevos
nacidos del agua en movimiento     
Todo lo que logremos contemplar,
antes de que el sol se ponga,
es parte de un gran poema
proclamado por el agua entre las piedras