ES preciso para llegar a gustar la novedad
de una vida plena,
arder en un nuevo amanecer
que me libere de los viejo recuerdos
que dejaron en mí los caminos del decir
embotando mi corazón.
Arrabal arriba libre la memoria de recuerdos,
con la nieve ardiendo al amanecer,
la paz del corazón alivia mi pensar.
Una leve brisa que deja oír el silencio,
mueve lentamente las ramas azuladas
hacia el cielo
e invita a las hojas a balancearse.
Y a conjurarse antes de que las cubra la noche.
El vientecillo que las mueve
ilumina con sus acordes las cumbres.
Una niebla que crece por momentos
envuelve mi subida.
Liberada mi mente de viejos recuerdos
espera arder, en el nuevo amanecer,
a una vida nueva
en callada soledad
cuna de los afortunados acontecimientos
Para compartir esta historia, elija cualquier plataforma
Deje su comentario
Usted debe estar identificado para comentar