¿Cuántos juicios aparentes y
sentencias sin criterio de Verdad?
¿Cuánto sufrimiento gratuito,
deslealtades e injusticias?

¿Cómo restablecer el corazón
consentidor del mal,
en el que permanece instalada el alma?
Cuantos  intentos hiciera el hombre-sin-Dios
por construir su vida
se vieron abocados al fracaso,
Levantando espejismos
alimentó el poso negro de la sangre ajena.

 ¿Quién nos dirá?: ¡Aquí el dador de la justicia¡
¡Ahí  llega la misericordia esperada¡
¡Por fin el Señor nos libera y restaura¡
Mirad como brota un renuevo
de la carne calcinada,
de la raíz que nunca dejó de vivir
a pesar de la aridez de la tierra.
Florecerá, sí,
reverdecerá  de nuevo la vida
del que viene con más vida.
Con sabiduría y prudencia extrema
conducirá al hombre a su corazón
donde le espera
desde que abriera sus ojos a la luz.

 Entonces los contrarios
encontrarán .
la razón del Amor
para complementarse.
Conocerán al Único Necesario y
de Él tomarán la medida para su actuar