6. Los cristianos no tiene sentido de la misión. (I. parte)

 Mirando la situación de la Iglesia y
la vida cristiana actualmente,
escribe Paul Evokimov en el Amor loco de Dios: 
Los cristianos han hecho todo lo posible
para esterilizar el Evangelio;
se dirá que lo han sumergido
en un líquido neutralizante.
Todo lo que impresiona,
supera e invierte se amortigua.
Convertida en algo inofensivo,
la religión está aplanada,
prudente y razonable,
el hombre la vomita.
La Iglesia ya no existe en función del mundo.
Por eso, la fe cristiana
pierde extrañamente su cualidad
de fermento;
ya no hace fermentar ninguna masa;
los cristianos no tienen
el sentido de la misión;
no saber ser embajadores enviados.
La vida gira en un circuito cerrado.

El cristianismo y tras él el mundo
se ha instalado en la ruptura
de la divino-humanidad.
La cristiandad en masa o
profesa la religión sombría
de los pájaros nocturnos
por cuya pesada gravedad
da gana de hacerse ateo,
o bien está hecho de algunas migajas
simplistas y optimistas,
del sonreír fácil y  del olvido de la muerte,
cuya necia visión desarma.
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