Ha llegado el tiempo
en el que se abran los sentidos
y se dejen ganar por el misterio
de las cosas.

El canto del surtidor
proclama la gloria del agua,
mientras la tórtola hunde su pico
en la fuente,
sin romper la armonía de la luz
que baña el jardín y
hace que el verde del limonero
derrame plata.

Un cielo moteado semicubierto
presagia lluvia.
Las noticias que me llegan
no son buenas.
Algunos compañeros
tienen la salud quebrantada.
Doy gracias al Señor
porque me mantiene estable.