Del evangelio de san Mateo 19, 27-29
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?» Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. »
RESPUESTA A LA PALABRA
No sé si se puede elevar a categoría de ley,
pero en la experiencia de muchos encontramos
que Dios no pide nada que antes no haya dado y
que nos da mucho más que lo que le podemos dar nosotros.
La raíz de esto la encontramos
en la verdad verificada de los santos y
que podemos formular: “el amor saca amor”.
Cuando Pedro le pregunta al Señor
qué les va a corresponder a ellos que
“lo han dejado todo por Él”,
la respuesta gravita no en los bienes
que pueden parecer como compensación
de su generosidad,
sino en la gratuidad de la herencia,
que supera todos los bienes de este mundo:
El que por mí deja casa,
hermanos o hermanas,
padre o madre,
mujer, hijos o
tierras,
aquí recibirá cien veces más,
pero no os sujetéis a ellos.
Para vosotros,
el Padre os tiene preparada la vida eterna.
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