Jesús dijo: “Esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo”
RESPUESTA A LA PALABRA
La misión de Jesús quedará cumplida cuando la vida eterna sea una realidad para el hombre.
La vida eterna comienza por conocer su fuente.
“¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche”,
cantará san Juan de la Cruz.
Conocer al Eterno, saber del Padre y de Jesús, su Hijo, por gracia y por experiencia, nos abre al misterio del eterno amor.
Se entiende el afán de Jesús por desvelarnos el misterio del amor infinito de Dios. Él, que nos amó antes siquiera de haber nacido a esta vida, no dejará de amarnos jamás.
Con Él, por Él y en Él nuestra vida está enlazada por puro amor del Padre.
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