Mi alma me grita tu nombre
Que retumba en lo profundo de mi mente
camino solitario y aturdido entre la gente
Cada hoja me habla de felicidad
Pareciera empecinado
el verano en
prolongarse.
mientras el otoño se acerca
sin apenas hacer ruido
Las cigarras han callado y
los grillos no alborotan
como el pasado mes
cuando el sol se disponía a desaparecer.,
Una tormenta ha bajado la temperatura y
los árboles se disponen a
devolver las hojas al terruño
del que las tomara prestadas.
en primavera .
Un ángel de fuego va tintando
de rojo y miel
las ramas que primero
se van a desnudar
en un silencio prodigioso.
Cada hoja me habla de felicidad y
vida renovada,
y recrece el contraste
entre vivir en el campo y
en la ciudad con sus calles vacías
con su voz de viento,
lluvia y locura
que agrandan el deseo
de una vida sosegada
más allá del artificio
fruto de la necesidad.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito desvela el prodigio.
Ha pasado un ángel
que se llama vida, luz o fuego,
con él seguiré mi camino.
pensando y y soñando,
mientas escucho una voz
que pronuncia mi nombre y
me retiene solitario y aturdido.
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