¿Cuántos velo
han de caer
para que vea
sin verme?
La noche arrecia
barriendo máscaras
desnudando imágenes
decostruyendo
mi fábrica de sueños.
Tantas veces
el amor
me ha golpeado
con la muerte
que un asomo
de vida despierta
como sólo vida.
La desnudez
no duele
ni la oscuridad
asusta
si la palabra cesa y
el eco de la luz
que borbotea
en el hondón secreto
asciende
sin saber como
ante lo que
empieza
a ser
después
de los despojos.
Pequeña percepción
sin medida
es el amor
que sostiene
el amor
que existiera
antes de nada y
después de todo.
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