Del evangelio de san Juan 14,7

Dijo Jesús a sus discípulos: “Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto”

 

RESPUESTA A LA PALABRA

Ver a uno en el otro es algo habitual entre nosotros.
“De tal palo tal astilla”,
decimos algunas veces para identificar
al hijo con el padre.  

Jesús sabe que no es posible ver al Padre
mientras vivimos en este mundo,
aunque sí lo podemos conocer.

Él hace posible lo imposible
desde el momento
en el que, sin dejar de ser el Hijo de Dios
connatural al Padre y al Espíritu Santo,
se ha hecho hombre.

La naturaleza humana de Jesús vela y revela
el ser de Dios.
La humanidad de Jesús es la ventana
por la que Dios se asoma.