La palabra callada
vertebra el decir del corazón.

Necesario es que la música acabe
para que el corazón cante
la verdad invisible de la vida.

La realidad vive encarnada más allá de las formas.

La belleza de la tarde crece
conforme se apagan los colores
la brisa se remansa y
enmudece el eco.

La tarde se convierte en Nada
mientras el Todo
que habita en el hondón del hombre
le presta su visión para que vea
la otra cara de las cosas.

Armonía.
¿Síntesis de contrarios?
¿Aceptación de la realidad de ambos?
Humildad-de-ser.
Su realidad no se conquista.
Está más allá de las formas.
Está en el corazón
de quien vive más allá de sí mismo.