“Les dijo: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré”.
RESPUESTA A LA PALABRA
Jesús ha terminado su misión. Ha entregado su vida para rescatar al hombre del sin sentido de la muerte, nos ha entregado a su Madre como espejo donde la gracia se encarna y se hace realidad la vida.
Ahora pasa el testigo a su Iglesia para que lo prolongue en la Historia.
Y porque sabe de la fragilidad humana, les promete la fuerza del que es Fuerte, la defensa del que es Veraz y frente a cualquier desamparo y soledad, al que en silencio habita ya en lo más profundo de nuestro corazón, al Espíritu Santo.
Gracia sobre Gracia. El amor de Dios no se acaba, se prolonga y nos embarga como luz de amanecer, que antes de que el sol se asome por oriente ya disipa las tinieblas de occidente.
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