Del evangelio de san Juan 5,50

Jesús le contesta: “Anda, tu hijo está curado”. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.

 

RESPUESTA A LA PALABRA

¿Es la fe del hombre la que arranca el favor del Señor,
o es la presencia amorosa del Señor
la que suscita la confianza en el hombre
que sabe que el amor no se resiste a la necesidad?

La palabra de Jesús sanó antes el corazón de aquel padre
que la enfermedad de su hijo.
“Anda, tu hijo está curado”.
Creyó aquel hombre que Jesús decía la verdad
y como Abrahán se puso en camino.

Señor, tu que te haces presente
en todas nuestras necesidades,
abre nuestro ojos
para que podamos ver como nos amas
y así entremos en el camino de la confianza.

 

De san Bernardo: “Hay que buscar la sabiduría” (2)

Si queréis preguntar –dice la Escritura–, preguntad, convertÍos, venid. ¿Te preguntas de dónde te has de convertir? Refrena tus deseos, hallamos también escrito. Pero, si en mis deseos no encuentro la sabiduría –dices–, ¿dónde la hallaré? Pues mi alma la desea con vehemencia, y no me contento con hallarla, si es que llego a hallarla, sino que echo en mi regazo una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. Y esto con razón. Porque, dichoso el que encuentra sabiduría, el que alcanza inteligencia. Búscala, pues, mientras puede ser encontrada; invócala, mientras está cerca.