Jesús les dijo: “Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”.
RESPUESTA A LA PALABRA
No se enreda Jesús al hablar de la alegría que termina en tristeza ni de la tristeza preñada de alegría, porque no habla de ello a quienes sólo saben de sí mismos y sus argumentos no pasan de una lógica fácil.
El decir de Jesús no es como el de este mundo, ni su planteamiento nace y se queda en la superficie de los sentimientos .
Jesús mira el corazón de cada hombre y lo abre a la verdad, aunque ésta al principio pueda contradecir la sensibilidad de nuestro mundo.
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