Te sé presente y te abro mis adentros,
mi corazón te busca a ti mi único bien,
y siempre me eludes,
Espero tus palabras y
me llegan tus silencios,
que me hunden en la oscuridad
de tu estar callado.
Sin embargo, no debo quejarme.
Debo estar contento  con este amor,
con el que vienes a rachas y despareces de inmediato
porque no es momento para más,.
¿Cuántas veces  nos hemos encontrado
en alguna encrucijada de los caminos recorridos,
para seguir al momento caminando?.
Soy paciente y obstinado para buscarte.
No cejo de escudriñar el enjambre de sendas y travesías
por los que ya pasaste y marcho con nuevas fuerzas
por las  amplias veredas que me invitas a recorrer.
Una pregunta me asalta:
¿Tendré aliento para sostener mi andadura
por estos lares que desconozco en su totalidad?