Del evangelio de san Lucas 17, 7-10

En aquel tiempo dijo el Señor: “Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: “En seguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis: “Prepárame la cena, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”

 

 

RESPUESTA A LA PALABRA

No es un  lenguaje, el que utiliza san Lucas,
muy usual en nuestro tiempo.
Desde el punto de vista social, hablar de criados,
de siervos, de inútiles, de obligaciones…, no es políticamente correcto.

El decir de Jesús es una invitación a la humildad,
en el servicio a los demás.
Servicio que no se refiere sólo al de los que consideramos
y llamamos “pobres” o “asalariados”,
sino que es propio de toda persona que tiene una responsabilidad
para con los demás, al margen de su condición social.

Pensar que sólo están llamados a servir los pobres es un error.
Es cierto que mucha gente piensa así y, como consecuencia,
no se considera servidor de los demás,
sin embargo, en buena ley, no dejamos nunca de ser
servidores los unos de los otros.

Un criterio para discernir el corazón de cada persona,
es la actitud que mantiene en el desempeño de sus funciones,
desde el cargo que ocupa en el conjunto de la sociedad.

Muchos, cuanto más encumbrados se ven,
más se alejan de la realidad,
y en lugar de servir se aprovechan de su situación,
sirviéndose de ella y de los demás.

Es curioso que cuando nos encontramos con personas
que hacen bien sus trabajos y
cumplen bien sus responsabilidades, despiertan admiración,
como si lo que hacen fuera algo extraordinario,
y no lo que les es propio, en función del cargo que se les ha confiado.

Peor aún es cuando el que en su hacer, hace lo que debe hacer, y
exige o espera otras compensaciones ajenas,
sometiendo la voluntad de aquél al que debería servir sin más.

Está bien que nos detengamos en lo que dice Jesús:

Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”