Del evangelio de san Mateo
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
-«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta:
«Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
-«Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno. (2, 13-15. 19-23)
RESPUESTA A LA PALABRA
José, hombre justo y cabal,
digno esposo de la Virgen
que concibiera al Hijo Eterno,
verdadero Dios y verdadero hombre.
Siempre con el corazón despierto
no duermes sino para soñar
el designio de Dios,
hacerlo posible en medio de la fe,
en medio de tu noche.
En pie, cayado en mano,
vas y vienes
haciendo tuyo el camino
de quien será Camino para todos.
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