La amistad es algo maravilloso,
en la que dos personas
mantienen un trato asiduo
dentro de una relación afectiva recíproca.

Los valores que la sustentan son
la lealtad, la sinceridad y el compromiso.

 Se dice de ella que es un tesoro,
yo añadiría que es
una realidad  imprescindible,
sin la cual el hombre no llega a conocerse y
a estabilizar su vida
sobre los valores esenciales
de la sinceridad, la lealtad y
el compromiso solidario.

Gracias a los amigos aprendemos y crecemos
a vivir en la entrega desinteresada,
sin miedo a los desengaños.

Nos llevan a contemplar las cosas
desde perspectivas diferentes
a las nuestras y
nos comunican la libertad
a mantener nuestras convicciones
sin miedo a ser juzgados.

Emocionalmente son una gran ayuda,
porque reconocemos
su presencia liberadora
en momentos de tristeza o dificultad,
generando en nosotros la confianza
que la soledad puede perturbarnos
en situaciones en las que nos vemos llamados a elegir.
El amigo ayuda al amigo a ser mejor persona.