Los acontecimientos son el decir de la vida regalada y
saberlo es adentrarse en el misterio de la misma.

Cuando la mirada del Señor se posa en nuestro corazón
la página que nos disponíamos a escribir
escapa de nuestro querer y se abre a un más  allá
al que hubiéramos querido llegar.
En el dibujo de una vida
hay brochazos y colores
cuya procedencia desconocemos.

En el dibujo de mi vida
hay una mano que rotula
que no es la mía y
que de una manera imperceptible
hace de la misma  lo que es.

Apenas se de ella
porque me falta ver
desde los adentros del alma
el amor en el que vivo graciosamente y
que me hace superar todos los escollos
que componen mi camino.