El cardenal Sarah
opina que para que el cristiano
recobre el lugar que le corresponde
en el centro de la Iglesia,
la senda que  debe recorrer no es otra
que la vuelta a los orígenes,
al evangelio y a los sacramentos

Textualmente dice:
“Creo que el eclipse de Dios
en nuestras sociedades posmodernas,
la crisis de los valores humanos y morales
fundamentales y sus repercusiones
incluso en la Iglesia
-en la que se constata la confusión
en torno a la verdad divinamente revelada-,
la pérdida del auténtico sentido de la liturgia y
el desdibujamiento de la identidad sacerdotal
exigen con urgencia que los fieles
cuenten con un “catecismo de la vida espiritual”.
Éste libro  no sería un recoger
los contenidos de la vida cristiana,
sino más bien un itinerario,
un camino de vida interior
en el que cuenten
fundamentalmente los sacramentos