Del evangelio de san Juan 14, 27-3-la

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – “La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde

 

RESPUESTA A LA PALABRA

“Shalom”, paz, armonía gozosa,
nacida de la buena relación con Dios y con los otros.
Don de Dios sin el cual el corazón del hombre
permanece secuestrado
por un deseo sin futuro,
por un querer y no poder
que levanta y no edifica,
que demanda y no consigue.

Cuando oigo hablar de “Procesos de paz”
a quienes, con el corazón avieso y pervertido
dialogan al margen de la justicia de Dios,
algo se estremece en mi interior
al percibir la mentira como moneda de cambio.

¿De que paz están hablando?.
Tendrá algo que ver con la justicia y la libertad?
¿Contará para ellos el amor?

Jesús el Cristo,
nos ha legado mucho más que un “proceso”.

Nos ha prometido y nos da la paz
que nace de la verdad y del amor.

La paz sin mezcla de intereses mezquinos.
No exenta de luchas y contrariedades.
Sí cargada de fuerza salvadora.

Señor, que tu paz venga a nosotros como la esperamos de ti.
La misma paz que tu deseas y nuestro corazón espera.
Abre nuestro sentir a tu palabra
para que comprendamos que los miedos que padecemos
son parte de nuestras heridas
que tú ya has restañado.