Preguntas
Final de la jornada.
En otro tiempo
me detendría a repasar mi día
para ver qué de bueno
me había dejado.
Me formularía
una serie de preguntas
preparadas de antemano.
¿Pero qué sentido tiene que lo siga haciendo
si en el trasfondo
de donde nace mi pensar y mi hacer
continúa la ignorancia,
la violencia y la avidez de ser yo.
Pozo de máxima oscuridad
es la mente no convertida
por un corazón amorizado.
No se acaba nada
que primero no se hubiera comenzado
ni nadie puede darlo que no tiene.
Como un relámpago
que destella e ilumina
la espesa oscuridad
del amor humano,
el amor de
de quien me amó primero.
Jesús, mi Señor,
me desvela
el misterio de todo amor
en el que nos vemos envueltos.
Él me ofrece la semilla germinal
que calma mi ansia ardiente,
mi hambre de amor y
me explica ese sin fin de preguntas
que surgen en mi interior.
¿Quién ama dejando
que lo ame
sin condición alguna?
¿Quién me ama más que yo mismo?
¿Qui
n me enseñará a amar fuera de toda teoría?
¡Quien mr enseñará antes que nada
a perdonar nuestras insuficiencias
para amar y
es maestro para disminuir rencores
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