Del evangelio de san Lucas 11,23
Jesús les dijo:
“El que no está conmigo está contra mí: el que no recoge desparrama”.
RESPUESTA A LA PALABRA
Señor, una experiencia de cuando yo era niño
me ayuda a entender tu palabra.
Cuando, en agosto, después de la trilla
se aventaba la parva,
el grano amontonado,
para llevarlo a la cámara de casa,
se metía en sacos costaleros.
Como alguno estuviera mínimamente roto,
el grano se perdía por el camino
haciendo un reguero en el suelo.
Yo soy, Señor, ese saco en el que guardo tu vida,
que deposita tu amor.
Cuando mi vida se rompe
y no dejo que remiendes
los desgarrones existentes en ella,
tu amor se pierde en mi camino
y al final me encuentro vacío y falto de peso.
Señor, no dejes que mi vida se desparrame y se pierda.
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