Las voces
se elevan
se entrelazan
con la luz de miel
que atraviesan
los vitrales.

Paz derramada
en dorada tarde.
Todo asciende
en el callado
descenso
del amor vivo.

Alargada plegaria.
Serena alabanza.
Respirada quietud.

Sólo Dios.
No hay pensamiento.
Armonía silenciosa.

El corazón
como en ascuas
encendido
eleva al cielo
su pequeña llama.