Se ensancha el corazón cuando se escucha a Jesús el Señor. Él, es su oración al Padre, nos tiene presente a todos de un modo muy especial; con Él, también nosotros, decimos: “Padre, te damos gracias, porque estando escondido, como estás, a los sabios y resabiados de este mundo, te has revelado a nosotros, gente sencilla, deseosa de verdad y de bien”.

Bendito seas mi Dios, porque a los pobres y sencillos nos contemplas con esa ternura que brota de tu corazón de Padre. Danos tu Espíritu, como al Hijo de tus entrañas, para que nuestro corazón se torne inteligente, y tu sabiduría sea la norma de nuestro pensar.

Padre nuestro, que la experiencia de sabernos amados por ti, recrezca la confianza en nosotros, para que fuertes en las adversidades y siempre alegres, nos presentemos ante el mundo, que no te conoce, como hijos tuyos, queridos por ti antes de conocerte.

Profecía de Isaías

Aquel día, brotará del tronco de Jesé, y de su raíz, unvástago. 
Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor.
Sojuzgará por apariencia ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia,  con rectitud a los desamparados.

 

 Tu palabra necesita, hoy más que nunca

 Agarrarme a tu palabra necesito,
hoy más que nunca,
cuando miro el desconcierto de este tiempo
que llama vida a la muerte
y libertad al seguidismo que hipoteca libertades.

Mira, me dices con la convicción
de quien vive lo que expresa,
aunque el árbol viejo sea talado
de su raíz brota un renuevo,
señal de vida en la muerte,
de equidad en la injusticia,
gozo en la adversidad.

Librará la verdad retenida con engaño,
la paz, por fin, será paz-felicidad-seguridad,
porque el causante del miedo,
del duelo, de la guerra y del dolor
será desterrado para siempre.

Los deseos más profundos,
el loco amor de quien sueña sueños de Dios,
en sus noches los verá cumplidos.