Cómo deseo vivir.

Qué rebeldía
no cabalga por mis venas
resistiéndose a perder la vida
que me fuera concedida
antes de saber nada de ella.

La guerra declarada en mis adentros
el día que dijeron mi nombre
no cesa de desgarrar la luz
en la que fui engendrado
tiñendo de sangre negra
el deseo de bien que conmigo crece.

No deja de ser verdad
la prisión del afán pecaminoso
en el que vivo y
las lágrimas de amor que me liberan.

 ¿Quién ideo la argucia de sacarme a la luz
cada vez que las tinieblas me abrazaban
impidiendo que su poder
disolviera mi esperanza?

¿Quién desarma con su luz
la impotencia mortal que me atenaza
en esta desesperada lucha que sostengo contra mí?.

¿Quién dulcifica el inmenso mar amargo
derramado sobre mi carne de deseo?

Una gota de su amor basta para que la paz
retorne y la esperanza herida se levante
otra vez gritando la vida prometida para siempre

¿ Cómo abrazar los opuestos?. 

Alguien convierte mi debilidad en fuerza y
manifiesta su victoria en mis continuas derrotas

Su presencia ignota restablece la paz conmigo mismo
da sentido a mi impotencia.

Sin llegar a saber como decirlo
desciende y se transfunde
adentrándose hasta el lugar
de donde mi nombre emerge.