Profecía de Jeremías (23,5-8)

«Mirad que llegan días -oráculo del Señor en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: “El-Señor-nuestra-justicia”.

Por eso, mirad que llegan días -oráculo del Señor – en que no se dirá: “Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto”, sino que se dirá: “Vive el Señor, que sacó a la raza de Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, y los trajo para que habitaran en sus campos.”

 

RESPUESTA A LA PALABRA

Mirad todos, sabed mi experiencia:
Primero salimos de la nada
llamados por el Amor de todo amor;
después de la locura de huIda del Padre
y de abandonar los bienes del Jardín,
fuimos rescatados de la opresión del Faraón;
vueltos al hogar, preparado con ternura y tesón,
perdimos nuevamente en el juego de ser sin Él,
erramos el camino
perdiéndonos en tierras de sombras;
en el país del norte sabed que Él nos sostuvo
y cuando ya echábamos raíces,
nos arranco y nos trajo de nuevo a nuestra tierra.

Y no puede ser de otra manera,
porque su nombre es “Fidelidad”
y el pueblo lo conoce como:

“El Señor-nuestra justicia”.

Él vino y viene, Él está con nosotros aunque
nosotros, fuera de sí, nos sintamos expulsados.

Mirad el Hijo del Amor -Señor de la Justicia-
nos devolverá el derecho.