Vivo está en la raíz
Empeñé mi corazón
lo deposité en la manos de los otros y
en esos otros encontré la soledad.
A pesar de la apariencia
de árbol recio
el dolor y el desconcierto
muerden mis días
sin descanso.
Es como si resquebrajada
la corteza
el golpear de la lluvia
heladora del invierno
penetrara hasta la médula
paralizando su savia
amenazando de muerte su vida
abriendo el plazo para ser talado.
Sin embargo más allá del dolor y
el desconcierto
por debajo de su corteza herida
en el caudal retenido de su savia
permanece viva la vida del Viviente.
Vive Él en la raíz
del viejo árbol de mi cuerpo
pertinaz repite una vez más:
Las cosas son hartas movedizas
déjalas que mueran
por debajo está mi paz
Te aguarda aún
un futuro insospechado
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